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Estamos proponiendo una Agenda de Transformaciones profundas pero graduales, con cuatro capas (ejes) de protección a las personas, comenzando por medidas concretas en el lugar donde las personas más concurren al Sistema de Salud, esto es, en la Atención Primaria de Salud.

Es por este motivo, que hemos llamado la Atención Primaria de Salud Universal el Corazón de la Reforma. Este Proyecto busca transformar la Atención Primaria en la primera opción y la principal estrategia de cuidados de salud de toda la población, incluyendo personas en Fonasa, Isapre, o con cobertura en Fuerzas Armadas y de Orden. Una atención primaria de calidad, que sea un orgullo nacional, compartido por todas las personas y un aporte al sentido de pertenencia a la patria.

La segunda capa de protección, es mejorar las condiciones de vida que impactan en la salud de las personas. Esto, depende menos del sector salud, pero es nuestra responsabilidad trabajar con otros sectores (el intersector) como Educación, Social (Dideco), Vivienda y Urbanismo (Secplac), Seguridad (Carabineros) y otros para resguardar que las condiciones del entorno donde viven las personas sea favorables a su salud.

La siguiente capa de protección hacia las personas surge cuando las necesidades de salud escapan de las capacidades de respuesta en el nivel local, y requieren de cuidados de especialista u hospitalarias en los establecimientos de salud. Esto es la red asistencial. Fortalecer el trabajo de toda la red asistencial, busca reducir tiempos de espera, mejorar la calidad y dignidad de los cuidados en todo el trayecto asistencial, y preparar el Sistema de manera integral para responder a las necesidades de salud de las personas con eficiencia, equidad y calidad.

La cuarta capa de protección corresponde a lo financiero. Medidas que alivian el gasto de bolsillo en salud ya han comenzado, como el Copago Cero, los convenios en farmacia de FONASA, la ley CENABAST que permite comprar al por mayor los fármacos a mucho menor precio para las farmacias independientes y comunales. Sin embargo, Chile también requiere avanzar hacia resolver las diferencias inequitativas de cobertura financiera en nuestro país entre personas que tienen más recursos y aquellos que tienen menos. La construcción de un Sistema de seguridad social, con participación equilibrada de prestadores públicos y privados, es un camino necesario para lograr un financiamiento justo y suficiente para todas las personas, sin importar su nivel de ingresos, sino solamente sus necesidades de salud.