Escucha este artículo

En Talca y Curicó la Seremi de Salud del Maule, Dra. Valeria Ortiz junto a los equipos de fiscalizadores recorrieron diversos puntos de venta de almuerzos  y colaciones. En pleno centro de ambas localidades se desarrollaron los operativos, se verificó que los recintos contaran con materias primas e ingredientes en buen estado de conservación,  y que la infraestructura de los  establecimientos fuera la adecuada para la manipulación de  los alimentos.

“Nosotros hacemos permanentemente fiscalizaciones y lo seguiremos haciendo en toda la región, porque se trata de locales que elaboran colaciones y tienen una gran afluencia de público, manipulan gran cantidad de alimentos, venden muchas colaciones y en ese sentido a nosotros nos preocupa que la elaboración de alimentos sea la adecuada,  este bien hecha y por supuesto que cuenten con la autorización sanitaria que les permite tener procesos estandarizados”, sostuvo la Seremi de Salud.

En las bodegas de alimentos y conservadoras se chequeaba que los productos estuviesen debidamente identificados y exentos de microorganismos. Los recintos de Curicó pasaron correctamente la prueba, solo quedaron con observaciones menores, en Talca se encontraron la mayoría de problemas, un local terminó con prohibición de funcionamiento y otros dos con Sumarios Sanitarios.

“El primero quedó con Prohibición de Funcionamiento debido a que no cuenta con la Autorización Sanitaria, ni siquiera en el inicio del  proceso Sanitario, se ha instruido que si quieren funcionar inicien el proceso de autorización sanitario, el segundo local que fiscalizamos, quedó con Sumario Sanitario debido a que en términos generales la manipulación de alimentos es adecuado pero les falta un poco de aseo, un poco de orden sobre todo en las materias primas al momento de guardarlas, y por último, en el tercer local fiscalizado dejamos Sumario Sanitario debido a algunas irregularidades detectadas, como fuga de agua, forado en una pared, el techo tiene que arreglarse y un par de cosas que tiene que ver con las óptimas condiciones para poder elaborar los alimentos”, especificó Ortiz.

Las principales deficiencias están en mantener cocina y equipos de preparación ordenados y aseados, disponer de recipiente de basuras con tapa, mesones  de  trabajo  de  material  lavable,  superficie  lisa  y  en  buen  estado.  En cuanto  a las manipuladoras de alimentos, se verificó que  siempre presenten buen estado de salud,  no presenten enfermedades infectocontagiosas en la piel,   heridas,   llagas,   cortes,  ni   presenten   síntomas   de   cuadros intestinales  (diarrea,  dolores estomacales,  etc.), y finalmente,  deben usar siempre de uniforme de trabajo,  delantal, gorro o cofia que cubra todo el  cabello.