Escucha este artículo

La certificación – que evalúa estándares de atención e infraestructura – lo convierte en el primer centro de alta complejidad acreditado en la zona sur austral del país.

Tras un arduo trabajo de 2 años, el Hospital Regional Coyhaique logró la ansiada acreditación; es decir, pudo demostrar que cumple con estándares de calidad y seguridad en la atención de los pacientes, y que posee instalaciones adecuadas para mantenerse en esa condición hasta 2019.

Se trata de una certificación clave porque, a julio de 2016, todos los centros de salud que atienden las 24 enfermedades más complejas del Auge – como cardiopatías, cánceres, esquizofrenia o infecciones respiratorias -, deberán tener la acreditación de calidad o la continuidad de esas prestaciones no serán financiadas por Fonasa.

El Director del Servicio de Salud Aysén, Joel Arriagada, indicó que “los procesos que estamos realizando en nuestro hospital, tienen la calidad, los procedimientos y la seguridad que ofrece cualquier institución del mejor nivel en el país. Y eso significa que hemos hecho los procedimientos bien, que hemos avanzado en tener la seguridad, los equipos, en capacitar a los funcionarios, para que las intervenciones que realizamos acá, sean tan seguras como en la clínica Las Condes, por ejemplo”.

El reporte de la Superintendencia de Salud, entidad que fiscaliza este proceso, informó que actualmente son 157 las clínicas y hospitales de baja, mediana y alta complejidad los que se han acreditado, siendo el Hospital Regional Coyhaique el primer prestador institucional público de alta complejidad de la zona sur austral del país en lograrlo.

“Quiero aprovechar de destacar a toda la comunidad hospitalaria que ha hecho un tremendo esfuerzo, porque lograr cambios y transformaciones importantes es súper complicado. Más que el proceso de acreditación en sí, son cambios y transformaciones que necesitábamos en este establecimiento. Así que aprovecho la oportunidad y la instancia para agradecer a todos los que hicieron este trabajo y lograr  este objetivo que es tan importante para la comunidad hospitalaria como para los pacientes de Coyhaique y la región de Aysén”, sostuvo Mauro Salinas, Director del Hospital Regional Coyhaique.

Para pasar estas evaluaciones, los recintos deben cumplir con indicadores en nueve ámbitos como dignidad del paciente, gestión de la calidad, gestión clínica, registros, instalaciones, equipamiento, recursos humanos y servicios de apoyo. Además, abarca aspectos relacionados con el acceso, oportunidad y continuidad de la atención.

“Trabajamos en esta misma línea en la dignidad y seguridad del paciente y en la información hacia el mismo. Esto significa que a cada paciente se le ha dado un trato digno, se le ha informado a que viene y cuando hay un procedimiento que esta estandarizado y no normado se le ha informado previamente. Cada paciente tiene su identificación, cada persona tiene su ficha clínica que es única y se puede seguir a lo largo de su vida. A ellos se les garantiza que cuando se hacen un procedimiento eso no se perderá”, manifestó la Dra. Irma Durán, quien fuera directora del HRC durante el proceso de evaluación.

Son 30 las características obligatorias que son evaluadas por las entidades acreditadoras, siendo clave que los establecimientos públicos cumplan con el 100% de los requerimientos, debido a que en ellos se atiende el 80% de la población.

Paulina Arriagada, Dra. Encargada de la Oficina de Calidad y Seguridad del Paciente del HRC, agregó que “después de completar el proceso de evaluación en terreno, la entidad evaluadora emite un informe y lo hace llegar a la Superintendencia, y esta sin un plazo definido lo revisa minuciosamente. De hecho ese informe estuvo casi dos meses en la Superintendencia. Se hacen una serie de observaciones y finalmente se da a conocer al prestador el resultado de la evaluación en terreno, el que felizmente arrojó que estábamos acreditados”.

Finalmente destacamos el que los aspectos más valorados por los pacientes – y que son incluidos en los procesos de acreditación – son el buen trato, ser informados, el acceso a la atención, los tiempos de espera para la atención y resolución de sus problemas de salud, además de la infraestructura e higiene.