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El inesperado ataque de un perro le desfiguró el rostro al pequeño Fernando de siete años, situación de extrema gravedad que puso a prueba la pericia de un equipo multidisciplinario de especialistas que evito su traslado fuera de la región.

Caía la tarde del 28 de noviembre en las cercanías de Puerto Ibáñez, cuando Fernando Delgado – de tan solo siete años de edad – era atacado en su rostro por el perro de la familia, situación crítica que obligó a sus padres a acudir a la posta de la localidad, donde fue estabilizado, para más tarde trasladarlo hasta el Hospital Regional Coyhaique. Aquí viviría cuatro complejas intervenciones que, a la postre, tendrían un final feliz.

La participación del Dr. Eduardo Sánchez, Jefe del Servicio de Pediatría, fue fundamental para articular las diversas intervenciones, donde de manera inédita, participó un completo equipo de especialistas simultáneamente. “La lesión involucraba no solamente el cráneo, sino que la facia, la cara, nariz, los ojos, era un daño bastante impresionante el que traía el niño, con características de un paciente que estaba arriesgando su vida. Así es que para buena suerte nuestra, hoy en día nuestro hospital cuenta con el apoyo de especialistas de distinta orden, y en este paciente se logró hacer un trabajo médico absolutamente transversal, donde participaron oftalmólogos, otorrinos, cirujanos maxilofaciales, cirujanos infantiles y, por supuesto, bajo la tutela y la estabilización del ucista, Dr. Maggi”.

“Tenía una serie de lesiones que se fueron corrigiendo una a una, y que ahora van a requerir un seguimiento. Este niño queda en control con todos los especialistas. La cara y las cicatrices, son cosas muy importantes que vamos a tener que seguir manejando para que él vuelva a hacer su vida normal. Fue sometido a cuatro intervenciones, la primera cuando llegó, una segunda para reparar el conducto auditivo externo, una tercera en que la piel se reacomodo, porque algunas intervenciones de la primera etapa se dañaron, y la cuarta que fue la última, en que se acomodó una placa que de alguna manera le reubicó la posición de los huesos que estaban dañados”, sostuvo conforme el Dr. Leonardo Maggi, Pediatra Infectólogo.

Una huella que caló hondo

Fernando, que acaba de pasar a segundo básico en la Escuela Aonikenk de la localidad, es hijo único y pasa gran parte de su vida disfrutando del campo, la naturaleza y los animales. Él sabe muy bien que vivió una situación límite, inesperada, pero tuvo la fortaleza suficiente para sobreponerse a las poco más de tres semanas que permaneció internado en el hospital que le salvo la vida, situación que dejó a su familia infinitamente agradecida.

“Tuve que ir al médico para que me de pastillas y relajantes que hasta ahora los tomo para poderme sostener, ya que no lo iba a poder ver. Ahora ya estoy relajado y contento, ya lo veo caminando y todo. Esto para mí fue muy duro, al punto de que cuando me quedé solo en la noche me vi con solo dos opciones, yo me decía se termina él y me termino yo, lo había pensado en ese instante. Termino con el perro y me termino yo, esa era mi idea”, relató emocionado Rolando Vargas, abuelo de Fernando.

Para Nieves Vargas, madre del pequeño, se trató de un hecho dramático que el personal del hospital le ayudó a sobrellevar. “Estoy muy conforme con los doctores y con todos, que se portaron súper bien. Fueron muy atentos, las enfermeras, la gente que hace el aseo, la persona que le llevaba el almuerzo a Fernando. Todo ha ido marchando súper bien, falta mucho, pero con el paso del tiempo ya quedo lo peor atrás. Gracias a Dios en Coyhaique le hicieron todo, estaban los especialistas que necesitábamos”.

Un hospital de primera línea

La resolutividad que ostenta actualmente el HRC tiene a sus especialistas y usuarios orgullosos. Actualmente son muy pocos los casos de extrema complejidad que requieren ser derivados a otros centros asistenciales del país, siendo la situación de Fernando una prueba de ello. Hablamos de una realidad que permite inmediatez y un menor costo emocional y económico para las familias de la Región de Aysén.

Al respecto, Mauro Salinas, director del Hospital Regional Coyhaique, sostuvo que “casos como el de Fernando hasta hace un tiempo era impensado tratarlo con éxito acá, sin embargo, con la calidad de especialistas que tenemos, y el equipamiento que está en constante renovación, hoy podemos actuar sobre estas emergencias de manera muy efectiva y eficiente, entregando todas las garantías que los pacientes y sus familias merecen. Es ese el camino que queremos seguir, algo que nos tiene muy contentos”, concluyó el Directivo.

A noviembre de este año se han atendido 450 consultas por mordeduras de perros, en las cuales se han aplicado 208 vacunas antirábicas, destacando el que 48 de estas dosis fueron recibidas por menores de 15 años de edad.