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10 de mayo de 2022

Programa Salud Mental del hospital de Lebu duplica sus horas de atención

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Entre enero y marzo de este año el Programa Salud Mental (Prosam) del Hospital Santa Isabel, que atiende a usuarios de las comunas de Lebu y Los Álamos en la Provincia de Arauco,  realizó un total de 803 atenciones aumentando a más del doble las 312 horas que concretó en el mismo período de 2021.

El importante aumento lo justifica en parte el actual momento de la emergencia sanitaria, sin embargo también lo explica el reforzamiento del equipo humano del programa, además de mejoras en infraestructura y equipamiento, según contó la psicóloga coordinadora del Prosam, Pamela Toledo. “Hace poco menos de un año se incorporó un cuarto psicólogo, orientado a la atención de pacientes adultos mayores y en el marco de las Garantías Explícitas en Salud de demencia, y también contamos ahora con un box especial de atención para estos pacientes. Muchas personas adultas mayores tienen que utilizar ayudas técnicas para movilizarse o llegan acompañados de familiares, entonces este box permite que esas prestaciones puedan realizarse de mejor manera”, detalló la psicóloga clínica.

El equipo del Prosam del Hospital Santa Isabel cuenta con cuatro psicólogos y una trabajadora social, que también realiza horas para el programa de acompañamiento psicosocial focalizado en la población del hospital. Junto a ellos, trabajan además un técnico de nivel superior en enfermería, y el médico que asiste dos días a la semana para realizar ingresos y controles. Actualmente cuentan con otros dos días de atención de médico especialista en salud familiar y especialista en el área de salud mental infanto-adolescente.

Entre las más de 800 atenciones que han realizado este año, 587 fueron con profesionales de la psicología, 131 correspondientes a atención médica, y 85 a horas con asistente social. La cantidad de usuarios en control es de 920 personas, de las cuales más de la mitad son hombres y un 38 por ciento mujeres. Entre ese total están madres de niños y niñas menores de cinco años, embarazadas, personas de pueblos originarios, migrantes y también población infantil. Entre los factores de riesgo más frecuentes figuran situaciones de violencia, abuso sexual, ideación o intento de suicidio, además de otras condiciones de salud mental.

El equipo del Prosam del Hospital Santa Isabel cuenta con cuatro psicólogos y una trabajadora social, que también realiza horas para el programa de acompañamiento psicosocial focalizado en la población del hospital. Junto a ellos, trabajan además un técnico en enfermería de nivel superior, y el médico que asiste dos días a la semana para realizar ingresos y controles. Actualmente cuentan con otros dos días de atención de médico especialista en salud familiar y especialista en el área de salud mental infanto-adolescente.

Entre las más de 800 atenciones que han realizado este año, 587 fueron con profesionales de psicología, 131 correspondientes a atención con médico, y 85 a horas con asistente social. La cantidad de pacientes en control es de 920 personas, de las cuales más de la mitad son hombres y un 38% mujeres. Entre ese total están madres de infantes menores de 5 años, gestantes, personas de pueblos originarios, migrantes y también niños. Entre los factores de riesgo más frecuentes figuran situaciones de violencia, abuso sexual, ideación o intento de suicidio, además de otros trastornos.

Articulación y proyección 

Una de las facetas relevantes en el trabajo que realiza el equipo del Prosam, es la articulación con otros organismos o dispositivos cuya labor está también asociada al ámbito de la salud mental.

Entre estos destaca el trabajo con el área de educación municipal en la comuna, a través de las derivaciones y coordinaciones que se hacen con las duplas psicosociales de los establecimientos educacionales de Lebu. “Desde marzo de este año, al igual que cada año, hacemos una serie de rondas por las escuelas junto a la trabajadora social, para coordinar nuevas temáticas presentes como necesidad en los establecimientos educacionales. Además, contamos con un sistema de derivaciones que es expedito, a través de una ficha que los profesionales del colegio nos derivan, anexando el consentimiento informado que deben autorizar sus padres o apoderados para ingresarlos al programa de salud mental”, explicó la coordinadora del programa.

La relación con las escuelas también les permite trabajar en otras áreas de promoción y prevención. “Este año ya hemos realizado sesiones de educación para la comunidad escolar en algunos establecimientos. Durante el mes de abril trabajamos sobre capacitación en torno a la temática del espectro autista, donde además se realizó la segunda jornada de psicoeducación asociada a la temática de prevención del suicidio en la Escuela La Fortuna de Lebu. La idea es generar un trabajo que vaya ligado con la prevención directa entre niños, niñas y adolescentes, incluyendo en la comunidad escolar a padres y profesores”, detalló la profesional.

En esa misma línea de vinculación y articulación con otras esferas de la salud mental, el equipo del Prosam del Hospital Santa Isabel además presta apoyo a agrupaciones de autoayuda o centros estatales. “Hemos trabajado con la agrupación TEApoyo Lebu, de padres, madres y familiares de niños con trastorno del espectro autista. Ya vamos en el tercer año presentando proyectos para suplir algunas de sus necesidades. También existe coordinación con la red Sename, que a través de los establecimientos colaboradores ‘Mejor Niñez’ se contactan directamente con nuestro programa para derivaciones y también para trabajo colaborativo y en conjunto con ellos”.

Asimismo, durante los años anteriores a la pandemia han generado trabajo mancomunado con la Oficina de Protección de los Derechos de la Infancia y Adolescencia de la Municipalidad de Lebu, trabajando en la realización de instancias de promoción de la salud mental. También han colaborado con otras instituciones educacionales como el Centro de Eduación y Capacitación -Ceduc UCN-, apoyando en la creación de programas relacionados con ámbitos psicosociales.

Finalmente, en relación a la proyección de todo este trabajo, Toledo detalló que contemplan la posibilidad de mejorar las condiciones de uno de los boxes, que requiere ampliar su espacio. “Hoy contamos con cinco. Uno para cada psicólogo más el de la trabajadora social, que comparte el área de trabajo con el médico del programa en los días que este último tiene horas de atención programadas. Nos gustaría ampliarnos un poco más y quizá agrandar algunas otras áreas, tanto para lo que corresponde a sala de espera como también para otros espacios, lo que nos permitiría trabajar con grupos de pacientes a través de talleres al interior de nuestra Unidad. También esperamos implementar el box de atención para adultos mayores con algunos dispositivos tecnológicos, que nos van a permitir hacer un trabajo de tratamientos específicos, especialmente en lo que se refiere a la estimulación cognitiva”, concluyó.

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