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20 de marzo de 2019

Ministerio de Salud presenta nuevo programa que incorpora menú saludable para niños en restaurantes

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En el Restaurante Castillo Forestal de Santiago, la Subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, encabezó el lanzamiento de una iniciativa tendiente a fomentar los buenos hábitos alimenticios desde la niñez. Se trata de una capacitación denominada “La Nueva Carta del Menú Infantil”, que tiene como objetivo fomentar la inclusión de nuevos platos más saludables a las cartas de restaurantes.

A la actividad asistieron chefs de la Región Metropolitana y de regiones. La idea es que otros restaurantes –de todo el país- sean capacitados con pautas claves para que puedan crear un nuevo menú para los niños, que dé la posibilidad de ofrecer propuestas más sanas.

En esta ocasión, participaron más de 15 chefs, quienes propusieron alternativas ricas y sanas, con verduras, legumbres y frutas. Este trabajo reúne a todo el rubro gastronómico del país, mediante una articulación con las Seremis de Salud y a través de una capacitación a nivel nacional agendada para el próximo martes 7 de mayo. Las inscripciones estarán disponibles en el sitio web www.minsal.cl. 

La Subsecretaria Daza explicó que “hoy día estamos lanzando una nueva carta, capacitando a los chef para que los niños puedan tener una alimentación más saludable, más nutritiva, igualmente rica. Así como vieron ustedes, se prepararon acá (ejemplos) platos con distintos elementos, muy atractivos y sabrosos”.

“La idea nuestra es impulsar e invitar a todos los chefs del país (de forma voluntaria) a que se sumen y agreguen una carta con alimentos más saludables. A través de los niños podemos producir un cambio cultural en la alimentación, porque hoy día tenemos un problema de salud que es la obesidad infantil”, agregó la autoridad.

Para el grupo etario de entre 2 y 5 años se recomienda un promedio de aporte energético de 1.200 y 1.350 kilocalorías, respectivamente, por lo que el almuerzo no debe superar un rango de 360 a 400 kilocalorías, para lograr una distribución adecuada de macro y micronutrientes.

Y los infantes de entre 6 y 10 años requieren un aporte de 1.500 kilocalorías para las niñas y de 1.700 kilocalorías para los niños, con un promedio de 500 kilocalorías en el almuerzo.

La malnutrición por exceso constituye un gran problema de salud pública a lo largo de todo el ciclo vital, y que comienza en la infancia. Se calcula que el 35 por ciento de los niños y de las niñas menores de seis años bajo control en el sistema público de salud presentan obesidad o sobrepeso.

Por su parte, la Junaeb efectúa un trabajo de vigilancia nutricional que indica que la prevalencia de la obesidad en Chile en niños y jóvenes alcanza al 25,1%, cifra que supera al promedio de los países de la OCDE, los que presentan un 19,5%). Por lo mismo, diversos estudios internacionales ubican a Chile en el quinto lugar mundial en obesidad infantil.

En la población adulta, el 74,2% de las personas desde los 15 años tiene malnutrición por exceso, y el 31,2% de los chilenos es obeso, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud 2016-2017. Y dicha prevalencia posee una fuerte determinación social fundamentalmente en lo relativo a nivel socioeconómico, escolaridad y sexo.

En términos generales, existen acciones que favorecen patrones alimentarios saludables en la infancia, tales como:

– Planificar el horario y la distribución energética de cuatro tiempos de comidas bien establecidos en el día. De este modo, es preciso aportar 25% de las calorías diarias en el desayuno, 35% en el almuerzo, 15% en la once y el 25% en la cena. Y cada colación no debe superar el 5%.

– Favorecer el consumo de alimentos nuevos en pequeñas cantidades y repetir la oferta hasta que se logre su incorporación a la dieta habitual.

– Ofrecer alimentos en trozos pequeños para facilitar el uso del cubierto y propiciar así la independencia al comer.

– Proporcionar alimentos con diferentes texturas para reforzar habilidades masticatorias y favorecer la secreción salival.

– Proporcionar alimentos variados para estimular el apetito.

– Favorecer el consumo de alimentos en un ambiente familiar tranquilo y de afecto.

– Ofrecer alimentos saludables consumidos por otros integrantes de la familia, para educar por imitación e incorporar alimentos nuevos.

– Evitar consumir alimentos en soledad o frente a un televisor, computador u otra distracción, pues esa costumbre aumenta la ingesta de alimentos.

– Evitar el consumo de alimentos procesados que tengan sellos “Alto en” calorías, azúcares sodio y grasas saturadas. Como bebidas gaseosas, néctares y jugos azucaradas, golosinas, alimentos de cóctel, productos de pastelería y snack dulces y salados.

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